El bajo consumo de energía que tienen los LEDs actuales, junto a la posibilidad que ofrecen de expresar (literalmente) millones de colores diferentes, hacen posible este proyecto. Por supuesto, la reducción en el tamaño y peso de los motores eléctricos utilizadosen aeromodelismo también contribuyen con su granito de arena.
Todo esto permite la construcción de un helicóptero muy pequeño, equipado con una batería, capaz de volar durante varios minutos mientras hace brillar su LED. Pero esta especie de luciérnaga robótica tendría poca gracia si volase sola.
Al agregar otros miles de aparatos al proyecto, el MIT proporciona una dimensión mayor al concepto. Si cada uno de estos pequeños robots voladores, controlado mediante un ordenador central, puede ser mantenido en la posición correcta a la vez que su LED brilla con el color adecuado, podemos “pintar” el cielo con luz. Eso, exactamente, es Flyfire.
¿Cuándo podremos ver el primer espectáculo de este tipo? Seguramente no será mañana. Pero la tecnología necesaria para poner en marcha este proyecto está disponible, así que seguramente lo veremos pronto.
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