sábado, 13 de agosto de 2011

M-Disc: ¿Discos ópticos que duran para siempre?

Imagina lo siguiente: Has pagado 60 € por un juego, y la idea de insertar el disco una y otra vez para jugar te da escalofríos. Además de estar completamente justificado, esto ocurre en casi todo lo que utiliza un disco óptico como medio de almacenamiento. Fueron diseñados para ser (eventualmente) baratos y compatibles, pero aún con un trato extraordinario, la duración de los discos ópticos es limitada. De nada sirve un respaldo si de repente descubres que no puedes leerlo, y aunque existe la posibilidad de la redundancia, son pocos los que deciden tomar ese camino. Tampoco faltan los que creen que el disco óptico es obsoleto. La enorme capacidad de los discos duros actuales sumada a la distribución digital y los respaldos en la nube hacen que el rol del disco óptico sea más pequeño, pero siempre es necesario contar con algún medio físico para guardar información.

Más simple en su diseño, y mucho más resistente gracias a su material especial - M-Disc Más simple en su diseño, y mucho más resistente gracias a su material especial

La gente de Millenniata está convencida de tener lo que usuarios y empresas por igual necesitan con su M-Disc. En lo que se refiere a su apariencia general, un M-Disc es similar a un DVD o a un disco Blu-ray, pero el secreto está en su material, y decimos secreto literalmente, ya que sus desarrolladores no han revelado nada más allá del hecho de ser algo con propiedades “similares a la de la roca”. Otro detalle importante es que un disco M-Disc no tiene una capa de reflexión como los discos ópticos convencionales, otro conocido punto de vulnerabilidad. A una mayor resistencia del material, el M-Disc requiere que el láser de grabación sea de mayor potencia. Por lo tanto, una grabadora convencional no puede escribir en un disco M-Disc (aunque se está hablando de actualizaciones de firmware), pero sí puede leerlo.



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